El niño pregunta y sonríe… pero tiene hambre. El chiquito juega y se carcajea… pero tiene hambre. Los niños sueñan e imaginan, duermen y se asustan en un mundo
de animales que son almohadas y almohadas que son animales… pero tienen hambre. El pequeño se levanta y corre, se detiene y observa y vuela y viaja y respira… pero tiene hambre. El chiquito trepa y se zafa, riñe y perdona… pero tiene hambre. El niño ríe y abraza… pero tiene hambre. Ya no pregunta, ni sonríe, ya no sueña, ni corre,
ni trepa,
ni vuela,
ni respira. Ya no existe. Demasiada hambre. Su estómago se lo comió.
Comments