Diosa caprichosa,
inclemente,
siente la desnudez de mi pupila ansiosa
y el ruido sordo que amortigua
mis manos.
Por miserable designio
de lo arcano
tu cuerpo inconmovible
de templo majestuoso
no lo crees barro humano
a mis antojos,
sino grito de impiedad
por imposible.
Haz de saber soberbia odalisca
de muslos preñados en carnes infinitas
que la naturaleza hizo a los dioses.
Ergo...
¡No eres más sagrada que la espiga
ni te hicieron menos hembra que a mí hombre!
*De la web.
Siempre es un placer leerte 🌺